Se cumplen pronósticos
Aunque quisiera decir lo contrario, San José nos deja una huella que se parece a lo que muchos anteriormente nos habían comentado. Arquitectonicamente aburrida, no goza de muchos parques verdes y, quizá, en un día se puede recorrer todo su casco histórico. Si hubiera que destacar alguno, el Parque España, que se ubica en pleno centro histórico, localizado entre las avenidas 7 y 9. Pero, sobre todo, el Parque Morazán, que es una de las principales atracciones de la ciudad. Cercano al Parque de España, se reconoce por el palacio de la música que ha sido declarado Patrimonio Histórico Arquitectónico y la estatua del libertador Simón Bolivar.
El shopping es otra de las características de la capital a través de sus largas vías peatonales, abarrotadas de tiendas de todo tipo, de ropa, de accesorios, de comida o de souvenirs turísticos del país. Vale la pena transitar unas horas por si se quiere comprar algún tipo de recuerdo o regalo, aunque eso sí, los precios, al igual que en Panamá, son más caros a primera vista que en Sudamérica o Guatemala o Nicaragua. El regateo es un arma principal para poder sacar algo más económico.
Aguaceros culturales
Durante nuestra estancia como si fuera una fórmula matemática, alrededor de las 4 de la tarde, la lluvia hacia acto de presencia de forma intermitente hasta que adquiría una fuerza importante durante unas 4 o 5 horas o quizás hasta bien entrada la noche. Época de precipitaciones en Centroamérica que nos advierten de cambios de planes y apostar por eventos culturales para aprovechar las jornadas diurnas. San José, en este sentido, cuenta con una amplia gama de museos que pueden abastecer estas inquietudes. Destacamos su Museo Nacional, visitando diferentes salas que exponen la historia costarricense de una forma muy didáctica y colorida. Además los amantes de las mariposas pueden a la entrada deleitarse con el mariposario y las plantas hospederas.
El Museo de Jade es otra de nuestra apuestas por la importancia de este mineral en la historia nacional. Bien conectado en el casco histórico, ideal para empaparse de su valía y funcionamiento productivo. Una amplia colección y una historia descriptiva, bastante cercana a la antropología, que ayudan a captar su importancia. La Catedral y el Teatro Nacional son otros dos de sus estandartes, ambos a escasos pasos uno del otro, que merecen ser vistos aunque sea por su fachada y raigambre social. No olvidemos tampoco su Mercado Nacional de Artesanías, donde se puede echar un vistazo a las creaciones ticas desde dentro.
Latinización china
En poco más de dos días, si hubiera que subrayar algún monumento por encima de otros a pesar de los anteriormente mencionados, sería su Chinatown particular, con su arco de entrada. Por lo que nos contaban los lugareños el país asiático, como en otros puntos del mundo, intenta invertir en Centroamérica, mientras que Taiwan, por ejemplo, va reduciendo sus negocios en el país. Negocios de corte arquitectónico o de tiendas de ultramarinos son algunas de sus potencialidades.
San José, en definitiva, sirve más de primera toma de contacto, para luego poder moverse por otros puntos de interés nacional, que probablemente gozan de más peso patrimonial y turístico. Una capital que no sorprende, pero que sus gentes, sí que pueden mejorar con su calidez y su sempiterno lema “Pura Vida”.