Vida y color de sus gentes
Abarrotada de mansiones victorianas, la agitada y bulliciosa capital de Costa Rica se construyó de las ganancias del comercio del café. Aunque no goza de una bella fama entre los curiosos y viajeros que la visitan, sus gentes en las calles con su buen talante y humor característico convierten la ciudad en una totalmente nueva.